ref. 019 - Museos "huellas de la historia" (Museo de Arte Moderno de Nueva York)






En los años iniciales de la década de 1920 surgió entre un grupo de personas vinculadas a las artes, las finanzas y las letras de Nueva York la idea de crear un museo de arte contemporáneo cuyos principales objetivos fueran adquirir las mejores obras de arte moderno y presentar, a través de exposiciones, la obra de los maestros más importantes de la vanguardia. Ese coleccionismo no se centró exclusivamente en la pintura, ampliándose a la escultura, el dibujo, el grabado, la cinematografía, la fotografía o el diseño. La fundación de esta importante institución tuvo lugar en 1929 como una entidad privada, beneficiándose de numerosas donaciones de sus miembros o de empresas.


Inaugurado en noviembre de 1929, el MoMA se convirtió en el primer museo de arte moderno del mundo. Fue creado por las esposas de tres multimillonarios, Abby Aldrich Rockefeller, Lillie P. Bliss y Mary Quinn Sullivan, con obras de artistas que no eran admitidos en otros museos de Nueva York. Pronto comenzó a recibir donaciones que hizo aumentar considerablemente la colección y su popularidad. Durante diez años las obras de arte fueron expuestas en unas instalaciones provisionales, hasta que fue construido el actual edificio diseñado por los arquitectos Philip Goodwin y Edward Durrell Stone. A lo largo de su historia, el edificio ha sido ampliado en varias ocasiones, incorporando teatros, oficinas, restaurantes y un jardín.




El arranque definitivo se produce a partir de 1934, cuando Lillie P. Bliss donó un importante número de cuadros de su propiedad, acción secundada por importantes mecenas como Simon Guggenheim, J.D. Rockefeller, A.C. Goodyear o S.C. Clark. De esta manera se superaba la paupérrima colección existente en el museo en 1932 que consistía en seis cuadros, ocho esculturas y dos dibujos. El edificio que alberga al M.O.M.A. está situado en la calle 53 y es obra de los arquitectos Philip S. Godwin y Edward Durrell, obteniéndose para su construcción 25 millones de dólares en donativos. Las décadas de 1940 y 1950 trajeron consigo un insuperable aumento de las adquisiciones, creándose dos colecciones: la experimental y la permanente, destinadas a recoger arte de plena vanguardia y obras de reconocido prestigio, respectivamente. Otro de sus principales objetivos sería ayudar a los hombres y mujeres a disfrutar, entender y usar las artes plásticas de su tiempo. Debido al ingente número de obras depositadas en el museo, en 1963 tuvo que llevarse a cabo una primera remodelación del edificio, encontrándose de nuevo con el grave problema de la saturación; la solución nunca pasaría por abandonar su céntrica ubicación por lo que se plantean diversas alternativas como el actual edificio inaugurado en el barrio de Queens.




El 20 de Noviembre de 2004, se reinaugura el MoMA tras completar el proyecto de expansión más ambicioso de su historia, diseñado por el arquitecto Yoshio Taniguchi, llegando a duplicar casi su capacidad con más de 58.000 metros cuadrados. En sus seis plantas de galerías se exponen 135.000 obras de arte, tanto permanentes, entre las que se encuentran una gran colección donada por la familia Rockefeller, como temporales. Cine, fotografía, pintura, escultura, arte decorativa son algunas de las expresiones artísticas que se encuentran en este museo.

El Museo de Arte Moderno, hoy en día es uno de los museos de Nueva York por excelencia. Aquí se encuentran algunas de las obras de arte moderno más famosas. La colección permanente cuenta con artistas de la talla de Andy Warhol, Picasso, Jackson Pollock, Evard Munch, Monet y muchos muchos más. Además, sus exhibiciones temporales suelen ser muy, pero muy interesantes y cada semana proyectan películas independientes y documentales relevantes.


El recibidor de MoMA ocupa toda la planta baja del museo. Puede parecer agobiante al entrar, pero en realidad el diseño ayuda a dar un aire moderno desde el primer paso.  Te encantará sentarte delante de cualquiera de sus curiosísimas obras. No puedes dejar de visitar las obras de Matisse. Pero claro, si intentas ver todas las galerías es probable que te canses antes de terminar, así que es importante decidir qué es lo que quieres ver antes de comenzar la visita. Además, si hace buen tiempo, el jardín de esculturas te da una oportunidad de sentarte entre las esculturas y las plantas para descansar un rato en el aire libre. También hay una pequeña barra donde puedes pedir un café y algo de comer mientras descansas y hablas de arte. Se puede ver a la gente dentro del museo a través de las paredes de cristal gigantes.




El MOMA neoyorquino es posiblemente la mejor pinacoteca del mundo en lo referente a pintura modernista. ... y por tanto es sumamente difícil seleccionar las "mejores" de sus obras, pero no hay nada imposible¡



... Aquí tienes al menos, un top-ten del MOMA, 
que espero te guste disfrutar:


GITANA DORMIDA de Henri Rousseau


GITANA DORMIDA de Henri Rousseau: Pintor autodidacta, no comenzó su andadura artística hasta edad bien avanzada. Su obra fue muy criticada en su tiempo, tachándola de ingenua. Pero en este sensacional lienzo, Rousseau sorprende tanto por su sencillez compositiva como por la sutilidad de la ejecución. La imagen es surrealista, onírica, pero también extrañamente real. El cuadro fue ofrecido a la ciudad de nacimiento del pintor, Laval, por 300 francos y resultó rechazado por considerarlo muy infantil. Sin embargo, las formas simplificadas y el uso imaginativo del espacio causaron la admiración de muchos artistas, como Picasso, Matisse o Kandinsky. ¿Verdad que la luna recuerda el logotipo de este bar virtual de copas?


LAS SEÑORITAS DE AVIGNON de Pablo Ruiz Picasso

LAS SEÑORITAS DE AVIGNON de Pablo Ruiz Picasso: Pocos saben que el punto de partida de esta obra fue un recuerdo burdelario del pintor en Barcelona. Picasso no se atrevió a exponer este cuadro hasta casi pasada una década, ante la presumible indignación que pudiere causar. El artista nos presenta todo un desafío visual: Cinco mujeres miran provocativamente al espectador, con una multiplicidad de puntos de vista que resulta particularmente inquietante. El estilo geométrico es absolutamente radical y señala la toma de partida de Picasso por el cubismo, resultando el lienzo un puente de referencia fundamental para el desarrollo artístico del siglo XX. Obra maestra de uno de los más grandes genios de la pintura de todos los tiempos.


EL ESTUDIO ROJO de Henry Matisse

EL ESTUDIO ROJO de Henry Matisse: En 1911, Matisse contempló una exposición de arte islámico en Munich que le inspiró para realizar composiciones basadas en un solo color, aunque no se puede considerar este cuadro como una simple investigación del color rojo. Un detalle curioso, cuanto menos, es que el mobiliario está insinuado, apenas existe. Los distintos cuadros que aparecen en la escena guían la vista de izquierda a derecha hasta trazar una especie de voluta que abarca la silla y los desnudos rosas que se apoyan en la cómoda. La sugerencia de este óleo es la idea de pintar gracias a un marco vacío que encierra una parte del rojo. Todo el conjunto parece estar un poco aplanado. Sensacional óleo que impacta al ser contemplado en directo.

VENCEJOS  TRAYECTORIAS Y SECUENCIAS de Giacomo Balla

VENCEJOS: TRAYECTORIAS Y SECUENCIAS de Giacomo Balla: Uno de los mejores cuadros del MOMA, sin lugar a dudas, el de este artista experimental italiano. Balla presenta al espectador una imagen abstracta con una mezcla cromática realmente portentosa. El análisis del movimiento y del dinamismo conduce a una descomposición total de las formas. El artista representa los efectos que la luz refleja, subrayando las vibraciones ópticas que produce el cuadro en la retina del espectador. La imagen se reduce a la representación de líneas de fuerza reforzadas por un intenso contraste de colores que otorga una poderosa sensación de ritmo. Este cuadro, obra maestra absoluta, me lo llevo a mi casa.


CANCIÓN DE AMOR de Giorgio de Chirico

CANCIÓN DE AMOR de Giorgio de Chirico: Pintor natural de Grecia, De Chirico fue uno de los grandes precursores del surrealismo. Este sensacional óleo pertenece a su etapa metafísica, configurada por obras pintadas entre 1909 y 1919. Podemos apreciar dos estructuras en el cuadro: En la derecha, una estructura tomada del urbanismo clásico de la Antigüedad; y en la izquierda, un terrado moderno donde se contempla el humo de una chimenea o de una locomotora. En el centro del cuadro, una cabeza de inconfundible estilo griego y un guante plástico de color rojo sobre una pared totalmente inverosímil, al igual que la bola verde del suelo. Al parecer, De Chirico hizo una demostración de su capacidad para revelar una realidad paralela a través del arte, algo muy propio de la pintura metafísica.

 LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA (RELOJES) de Salvador Dalí


LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA (RELOJES) de Salvador Dalí: El inmortal pintor de Cadaqués fue un artista caracterizado por las extrañas imágenes que plasmó en sus obras surrealistas, amén de un portentoso talento para “vender” sus obras mediante una muy estudiada caracterización de artista excéntrico. El escenario de este óleo es la costa del Cabo Creus, un lugar habitual de Dalí en su obra. Los relojes derretidos parecen querer mofarse de la rigidez del tiempo. El autor declaró que le fueron inspirados tras una alucinación que sufrió tras haber tomado queso Camembert… Y, en verdad, así aparentan. En el centro de la composición se vislumbra un enigmático rostro humano de perfil mientras que las hormigas de la esfera representan la decadencia. El cuadro se expuso en Nueva York en 1932 y fue vendido por 250 dólares. No me duelen prendas al reconocer que albergo muchas, pero muchas dudas sobre Dalí. La inclusión de este lienzo ha obedecido a razones digamos que meramente “patrióticas”. Aún así, es una de las obras que más me gustan de Dalí.


GAS STATION de Edward Hopper

GAS STATION de Edward Hopper: En la época en que Hopper pintó este cuadro, 1940, el artista padecía un severo proceso de depresión y había sido sometido a ciertas operaciones quirúrgicas. Hopper fue un pintor obsesionado por plasmar de una manera realista la bulliciosa vida norteamericana. Daba igual que el objeto de su pintura fuese una estación de tren, un bar, un restaurante o una estación de servicio, como en este caso. Hopper pintó su país tal y como lo veía con un estilo visual altamente poético. La composición parece un fotograma a punto de convertirse en una imagen animada. Una larga carretera se adentra en una inquietante oscuridad que parece formal un túnel y que contrasta magníficamente con los amables tonos de los surtidores y del edificio blanco del garaje. La luz natural del cielo también contrasta admirablemente con la luz artificial de la gasolinera. Bellísima obra.

 EL IMPERIO DE LAS LUCES II de René Magritte


EL IMPERIO DE LAS LUCES II de René Magritte: La fama de Magritte, considerado uno de los principales surrealistas, fue en ascenso hasta el año de su muerte, 1967, y su influencia en movimientos posteriores como el Pop art y el arte conceptual fue del todo decisiva. Pero Magritte siempre estuvo un tanto vinculado al estilo figurativo y este enfoque le permitió crear obras tan impactantes como este cuadro. La zona baja del óleo representa un escenario urbano y abierto en plena noche. De manera genialmente sorpresiva, Magritte crea un contraste psicológico en la zona superior de la imagen, no plasmada en un lógico firmamento negro cuajado de estrellas, sino en un cielo resplandeciente y vespertino repleto de pequeñas nubes blancas. Existen unas veinte versiones de esta obra, todas ellas extraordinarias. A mí me parece un cuadro tremendo, portentoso y genialmente misterioso. Obra maestra absoluta que me llevo también a mi casa.

BANDERA de Jasper Johns


BANDERA de Jasper Johns: El artista norteamericano plantó cara al expresionismo abstracto mediante la utilización de un único motivo en sus cuadros, ya fuese una bandera, una diana o un mapa. Lo más significativo de esta obra de Johns es el empleo de la encáustica, un pigmento a la cera de rápido secado capaz de producir gruesas y empastadas texturas que, paradójicamente, dan un aspecto realmente expresionista. La utilización de este pigmento consiguió reducir las posibilidades de que cualquier marca se interpretara como un significante de la subjetividad del artista, al tiempo que interrumpía también la eficacia de la imagen como tal, dotándola de una materialidad que en condiciones normales habría carecido por completo. La bandera es SÓLO una representación de una bandera, pero al mismo tiempo una velada crítica al expresionismo abstracto. Obra peculiar como pocas.

 FISIÓN de Bridget Riley


FISIÓN de Bridget Riley: Riley irrumpió con enorme éxito en la escena cultural londinense de la década de los años sesenta mediante ilusionistas y monocromos cuadros abstractos que utilizaban formas simples como círculos, cuadrados o franjas repetitivas con el propósito de crear efectos ópticos inestables. En esta obra, témpera sobre cartón, el artista ejecuta una composición cubierta de puntos blancos que se vuelve vertiginosa mediante la progresiva deformación de los círculos y la reducción de la distancia que los separa. El espectador se ve imposibilitado de fijar una imagen que se va alterando continuamente a medida que los ojos recorren el cuadro. Es una clara muestra de Op art, movimiento que siguió al Pop art. La industria de la moda se apropió de la obra de Riley para diseñar ropa moderna, lo que conllevó cierta crítica. Las ilusiones ópticas son un intento de maravillar al sentido de la vista, aspecto que no puede realizarse mediante una imagen figurativa. Me entran deseos de llevarme también este cuadro a mi casa.




Creo que lo que más te gustará del MoMA es el hecho de que hay algo para todo el mundo. Una sala tiene sillas diferentes y muebles futuristas mientras otra sala tiene pinturas abstractas y otra tiene las obras más famosas de los impresionistas que todo el mundo conoce y admira. No conozco a nadie al que no le haya gustado NINGUNA de las obras en el MoMA. Espero que sea uno de tus museos preferidos.









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