Por la costa meridional tunecina, Djerba es un punto de encuentro entre el desierto y el mar mediterráneo, ya que puedes atravesar en camello los palacios del desierto, descubrir los últimos poblados bereberes, tomar un té en el bar donde se rodó la guerra de las galaxias o perderte por una reserva de cocodrilos. De telón de fondo te acompañará el canto de Ulises y un suelo que vio de cerca al pirata Barbarroja. Sus 125 km de costas de arena fina y blanca escondidas entre los palmerales, garantizan una escapada de auténtico descanso durante todo el año. La vegetación exultante se ha adaptado a un suelo rocoso firme y desafiante frente al amparo de las aguas, presentado como un auténtico y bello decorado natural.
A una hora de avión desde Túnez se llega a la isla exótica-oasis Isla de Djerba, en pleno golfo de Gabes. A pesar de conocerse como «La isla de las cien mezquitas», lejos de mostrar grandes holguras evidencia, sin embargo, la cara más recoleta y austero del Islam, evidenciado por sus parcos rincones oratorios. Los sobrios minaretes repiten con fidelidad los versos del Corán mientras las gentes abiertas al viajero sienten sus raíces desde lo más hondo del alma abandonados a su canto religioso.
A raíz de la independencia en 1956, algunos "yerbanos" han visto en el turismo una de sus principales fuentes de ingresos, lo que la ha convertido en una de las regiones más visitadas de Túnez.
... Djerba, ... el embrujo escondido entre palmerales
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| Isla de los lotos (Djerba / Túnez) |
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| Isla de los lotos (Djerba / Túnez) |
Isla de los lotos. Cuenta Homero en su Odisea que Ulises y sus marineros, huyendo del canto de las sirenas, dieron con «la isla de los lotófagos», donde los tripulantes probaron la extraña «fruta del loto» que les hizo perder la memoria, como caídos en el Leteo. Sólo Ulises se abstuvo de comer aquel peligroso fruto, que bien podría ser el dátil, y con gran esfuerzo consiguió rescatar a sus hombres de la amnesia. Hoy en día son los tunecinos quienes, orgullosos, reclaman su isla de Djerba, anclada en el Golfo de Gabés, como escenario de tal episodio. Situada al Sureste de Túnez y con menos de 538 kilómetros cuadrados de extensión, esta isla cuenta con un riquísimo pasado tanto histórico como cultural cuyas huellas siguen vigentes en la actualidad. Además sus 125 km de costas de arena fina y blanca escondidas entre los palmerales, garantizan una escapada de auténtico descanso durante todo el año. La vegetación exultante se ha adaptado a un suelo rocoso firme y desafiante frente al amparo de las aguas, presentado como un auténtico y bello decorado natural.
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| Fuerte español Ghazi Mostapha (Djerba / Túnez) |
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| Fuerte español Ghazi Mostapha (Djerba / Túnez) |
Fuerte español Ghazi Mostapha (s. XVI) La isla encierra un ramillete de historias y leyendas. Como que lo españoles invadieron Túnez en época de Carlos V y los tunecinos contrataron al pirata Barbarroja para demolerlos. Por su situación estratégica dentro del Mediterráneo, Djerba (o Jerba, o Yerba), cuyo nombre viene del latín Girba, fue un enclave de interés para marineros y exploradores. Los primeros habitantes fueron los beréberes, si bien partir del s. X a.C. los fenicios anclaron en sus costas. Después de los romanos la isla fue invadida por los vándalos, bizantinos y árabes, convirtiéndose durante el s. XVI en nido de piratas. Durante milenios la codiciada isla fue defendida a ultranza por los hermanos Barbarroja, temidos y bravos piratas vencieron a las invasoras tropas españolas acampadas en este fuerte. Directos desde Estambul estos piratas bajo órdenes del imperio Otomano en la figura de Solimán II, el corsario llegó raudo y veloz desde Estambul deshaciéndose así de los colonizadores españoles. Para rematar la jugada, dejaron su sello en una de las torres de este fuerte construyéndola con las calaveras de sus invasores.
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| Barrio de los zocos (Djerba / Túnez) |
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| Barrio de los zocos (Djerba / Túnez) |
Barrio de los zocos. Actualmente, la capital de la isla es Humt Suq (en árabe significa "barrio de los zocos") y cuenta con más de 20.000 habitantes que pertenecen, en su mayoría, a la secta Kharedjita. El corazón de la ciudad está delimitado por una red estrecha de zocos y funduq (hoteles-almacén) que llevan a las mezquitas de gran belleza. Aquí se condensa el verdadero sentir del espíritu árabe que despierta los sentidos con ese peculiar aroma a cóctel de especias que impregna todos los zocos de estos lugares. Al caminar por sus recovecos rodea un vaivén de manualidades vivas. Un hombre sentado trata el barro con las manos, donde cada chorro se convierte en filigrana artística, convirtiendo cada objeto en originales utensilios para decorar hogares.Los viejos oficios se perpetúan incluso en las refinerías de aceite, que continúan hoy al uso de la forma más rudimentaria: un camello, una rueda, cuerdas y todo ello queda almacenado en una cueva. Sus casas encaladas, callejuelas y zocos se muestran efervescentes al turismo y como está mandado en estos países: comienza el juego del regateo. Te rodean millones de cestas, orfebrería, sedas, bordados, cerámica y plata a buen precio ( 20 euros un brazalete).
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| Balnearios y Spas (Djerba / Túnez) |
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| Balnearios y Spas (Djerba / Túnez) |
Balnearios y Spas. Djerba es una estación balnearia muy apreciada. Se han construido numerosos hoteles que se concentran a lo largo del litoral, en particular en la costa este. Flaubert decía de Djerba ''el aire es tan suave que te impide morir''. Y es un hecho ya que gracias al efecto moderador del mar, la isla de Djerba goza de un clima excepcional en Túnez. Las temperaturas no bajan de los 20 °C a partir de abril-mayo y hasta octubre-noviembre. La primavera y el otoño constituyen, por tanto, dos estaciones posibles para visitar la isla con total tranquilidad, lejos de los grandes flujos turísticos... y una estancia en uno de sus balnearios será una experiencia relajante e inolvidable. Por encima de las mezquitas, de los zocos y de las personas pausadas, solamente en esta isla se puede encontrar la calma, el mar (más azul que ningún otro), el exotismo de las palmeras y el aroma del salitre de un Mediterráneo que ha hecho de la isla de Djerba un paraíso de la Naturaleza.
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| La Lonja de Houmt Souk (Djerba / Túnez) |
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| La Lonja de Houmt Souk (Djerba / Túnez) |
La Lonja de Houmt Souk, Junto a este puerto de Djerba se ubica la Lonja donde se subasta el pescado en La Medina y, entre Noviembre y Marzo, la venta de pulpo. Aunque parezca imposible, todo esto ocurre en medio de un silencio a veces salpicado por los reclamos de los vendedores del zoco que se alzan sobre los pequeños edificios de cúpulas blancas y azules rodeados de palmeras. En este lugar se subastan los jugos del mar. El pescador le da la tira al subastador ( 3 dinares la tira). A grito pelado comienza la acción. Una veintena de cabezas chapurrean en árabe y francés a la vez en pugna por el manjar. Sentado sobre un cojín en un alto se muestra la pieza. Uno vende tiburón al peso. El tendero sostiene entre sus brazos uno de metro y medio. Lo ofrece. “A 10 euros el kilo” dice. Se le ven los dientes de oro. Es como el “Golfinger” de James Bond pero en versión dental. “Con curri está bueno”, susurra en un francés callejero. El olorcillo a salitre se mezcla con las mil y una especias perfectamente colocadas en las tiendecillas de cada puesto. Una puerta con un arco de medio punto recibe con un collar de guindillas colgando. Frasquitos multicolor llenos de no se sabe que muestran una esencia árabe. “Estos son afrodisíacos, dice el encargado con sonrisa y gorrito carmesí de damasco. Mientras se fuman una sisha, te lo cuenta.
Artesanía. Los ojos se detienen ahora en una túnica, luego en un visillo, ... un poco más tarde en unas jarras con un colorido que enciende el aire, ... o unos velos de seda para una improvisada danza del vientre. Las repentinas ráfagas de viento crean imágenes de cuento con las telas y alfombras que se ondulan en una instantánea de Aladino. Pero el hechizo se rompe con el: “Más barato que en Andorra”, unas voces en castellano. “Y aquí que en Carrefour”, dicen los de enfrente. Se nota que el turismo español pisa estas tierras. Así que otros te quieren meter por los ojos las babuchas de Alí.ba-bá. Las hay de todos los colores, brillantes, de purpurina, de falsas piedras preciosas; también encuentras marcas de lujo falsas en zapatos, bolsos, maletas, camisas y jeans. Una curiosidad: cómo hacen la artesanía en mantas. Tardan diez horas en hacer una de dos metros por dos y 1.200 hilos. Son de algodón y teñidas con plantas vegetales. De camino por estos lares, es habitual cruzarse con algún grupo de mujeres bereberes, luciendo su puntiagudo sombrero de paja y amuleto de la cruz bereber como muestra de fortaleza (algunos puestecillos la venden). Seguro que te gustará llevarte algo de recuerdo.
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| El May (Djerba / Túnez) |
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| El May (Djerba / Túnez) |
El May. Es un poblado situado en el centro de la isla y famoso por su mezquita, Kharedjite, y por sus mujeres, vestidas con velos blancos adornados con rayas verticales de seda naranja que antaño era traída de Egipto. Todo el interior de la isla está cubierto de palmeras, olivos, higueras y manzanos, naranjos y limoneros parcelados por vallas y salpicados de amapolas y caminos que terminan en el infinito.Todo el interior de la isla aún está muy preservado. Los campos de olivos se alternan con las menzels: estas casas tradicionales están blanqueadas con cal y rodeadas de una huerta delimitada con muretes. Las familias tienen habitualmente rebaños de cabras que aparecen en cuanto abandonamos los grandes ejes y también podemos cruzarnos con uno o dos camellos a la sombra de las palmeras. Todo es un verdadero espectáculo salido de "Las Mil y una Noches"... y parece que has traspasado la barrera del tiempo muchísimos años atrás. Sin embargo en los hoteles, spas y zonas de turismo el máximo lujo convive con esta forma antiquísima de vida como la que en esta población de El May te encuentras en cualquier valla o a la vuelta de cada esquina.
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| Sinagoga La Ghariba (Djerba / Túnez) |
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| Sinagoga La Ghariba (Djerba / Túnez) |
Sinagoga La Ghariba, Significa “la maravillosa”, y es la más importante de todo África y alberga una comunidad judía descendiente de los exiliados de la época de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor (586 a.C.) En este centro espiritual de peregrinación judía nos descalzamos, como mandan los cánones en estos casos, y con pañuelo a la cabeza (si llevas gorra es suficiente) cuentan una leyenda: “Una bella mujer extranjera llegó a esta isla y se instaló en una cabaña. Un día se incendió y cuando la encontraron la hallaron muerta y todo absolutamente desolado por las llamas a excepción de su cuerpo que permaneció intacto. Ante el insólito hecho, a partir de entonces hay una peregrinación especial en esta sinagoga. Gentes de EEUU, Francia y otras partes del mundo se desplazan hasta aquí para rendir homenaje”. Mientras escuchas la explicación fluye un ambiente de oración en un espacio reducido de paredes de mosaico azul, blanco, amarillo y un banco corrido de madera para sentarse. No hay imágenes. Todo es austero. Empapados de este espíritu ensimismado puedes tomar rumbo al desierto, a un poblado del interior o a una solitaria playa blanca de las muchas que tiene esta mágica isla de Djerba.
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| Los Ksour (Djerba / Túnez) |
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| Los Ksour (Djerba / Túnez) |
Los Ksour. Por aquí comienza el sendero de los palacios del desierto, los ksour. Son alcázares o fuertes cerrados formados por varios pisos de silos yuxtapuestos, con celdas abovedadas llamadas -gorfas- que se usaban para guardar las cosechas o como refugio en caso de conflicto bélico. Hoy dia algunas de estas fortalezas han sido restauradas y convertidas en hoteles turísticos. De estos antiguos graneros, destacan el “Ksar el Ferch y el palacio de Ksar heda da”. Como casi todos estos castillos, tenían tres nieves. En el superior se almacenaban las pertenencias de mayor riqueza y así se disponían los enseres hasta los niveles inferiores. En realidad son de hecho viviendas parcialmente excavadas bajo tierra donde las mujeres decoran sus hogares con sorprendentes tejidos sobre rudimentarios telares.
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| Menzels (Djerba / Túnez) |
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| Menzels (Djerba / Túnez) |
Menzels. En la actualidad, en el interior de la isla algunas gentes continúan viviendo en los tradicionales menzels, vivienda típica rodeadas de tapias de barro y chumberas donde todavía se abastecen de agua gracias a sus pozos y aljibes. Estas originales casas están diseminadas entre los olivos centenarios, las higueras y algarrobos. Un Menzel (en árabe : منزل; "villa") es un tipo de vivienda y la granja típica de esta isla tunecina de Djerba . El conjunto formado por el espacio de las viviendas y parcelas agrícolas se asocia generalmente con la propiedad de una familia extensa y por lo general tarda entre dos y cinco hectáreas plantadas con palmeras , olivos , árboles frutales, sorgo , cereales y cultivos de hortalizas . A medida que la región en la que se despliega, el Menzel tiene uno o más pozos o cisternas utilizadas para el riego de los campos. Un Menzel se compone de varias unidades de vivienda (llamados Houch), rodeado de huertos y tierras de cultivo .
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| Menzels (Djerba / Túnez) |
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| Menzels (Djerba / Túnez) |
A veces se asocian con Menzel talleres de tejido , graneros , molinos de aceite (a menudo bajo tierra). Cada Menzel tiene un número variable de pozos o cisternas y está rodeado por muros de contención (Habia) con funciones defensivas, que se plantan palmeras , setos de cactus ( fig indias ), agaves y áloes que aumentan la privacidad y la protección contra el polvo y la invasión de arena. por lo general es habitada por tres generaciones de la misma familia. Históricamente, y la similitud de las peculiares mezquitas de Djerba, los menzels tenía funciones defensivas y también lo han hecho pequeño establecimiento dispone de fortalezas . Teniendo en cuenta la escasa precipitaciones (menos de 250 mm por año) y la consiguiente falta de agua potable , los djerbanos ganaron el hábito de la construcción de cisternas para recoger y almacenar agua de lluvia a través implúvios . Los majen y feskia recogen el agua de lluvia que cae sobre el techo de las casas, terrazas y patios, que todos los años están pintadas de blanco con cal viva antes de la temporada de lluvias para garantizar cierta higiene. Este sistema de recogida de aguas pluviales ya existía en tiempos de los romanos. En 1967 se estima en alrededor de un millón de m² utilizado por implúvios en Djerba.
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| Hotel Riu Palace (Djerba / Túnez) |
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| Hotel Riu Palace (Djerba / Túnez) |
Hotel Riu Palace. El hotel está clasificado como 5 estrellas, pertenece a la famosa cadena Riu en Túnez, situada en la isla de Djerba, y está en el corazón de un inmenso jardín de 14 hectáreas mirando al mar mediterráneo. Allí podrá sumergirse en una atmósfera completamente oriental y con la mayor calidad de los servicios. El hotel combina elegancia y relax, curas y golf, perfecta cocina y un inmejorable servicio, incluyendo el centro de balneoterapia, centro de bienestar y 2 piscinas al lado de una muy especial gastronomía disponible para todos los gustos servida por chefs profesionales siempre a su disposición, para cualquier pedido especial. El hotel ocupa una posición estratégica directamente en la playa y junto al centro de golf de Djerba el cual se encuentra a 500 metros del hotel. El aeropuerto más cercano al hotel es el Aeropuerto de Djerba- Zarzis y se encuentra a 25 km. El hotel se encuentra a 18 km de la capital del la isla y el centro comercial mas importante Houm souk, y a sólo 6 km de el segundo pueblo mas importante, Midoun. La estación de autobús está a unos pasos del hotel. El aeropuerto más cercano es el Djerba-Zarzis el cual está a 25 km, aproximadamente a 35 minutos. Un autobús transfer especial puede ser arreglado para llevarlo y traerlo del aeropuerto al hotel, y también hay un servicio de taxis especiales que hacen recorridos directos.
Parque temático Djerba Explore. Está situado junto al mar Mediterráneo, bajo la mirada protectora del faro de Taguermess, y se extiende a lo largo de 12 hectáreas, ofreciendo al visitante multitud de actividades para conocer y entender mejor la historia de la región. La primera parada del recorrido es el Museo Lalla Hadria que, de Persia a Túnez pasando por la ciudad de Túnez y Tombuctú, traza más de mil años de arte e historia a través de más de 3.000 obras de arte. Después del museo, llega el turno de las tradiciones y las costumbres con Djerba Heritage, un circuito por el tiempo para descubrir el patrimonio de los oficios de la región: el taller del tejedor, la almazara subterránea, el horno y el secadero antiguo del alfarero... y más de 2.000 m² para aprender y divertirse.
Y para acabar bien el día, no puede faltar un paseo por el invernadero tropical. En medio de los papiros y los plataneros, El final de la ruta está en sus majestuosas playas, al sureste, pero antes un puntillo de riesgo: una reserva de cocodrilos. La visita por este parque natural muestra curiosidades de estos bichos y cómo crías de a penas 5 centímetros recién salidas del huevo se convierten en bicharracos de dos metros y medio en tan sólo dos años. Son 400 cocodrilos que ya han cumplido 5 años y miden hasta 2,60 metros se repanchingan en los estanques acondicionados para ellos. “Son carnívoros, la verdad es que se lo comen todo, hasta llegan a engullir piedras para hacer mejor la digestión y equilibrar su cuerpo”, dice el cuidador.
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| Guellala (Gjerba / Túnez) |
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| Guellala (Gjerba / Túnez) |
Guellala. Famosa por su alfarería, El nombre de Guellala significa "extraña muerte", que provenía de una leyenda de matar a alguien con una piedra. Aquí encontrarás unos 450 ceramistas en este pequeño pueblo, ya que es el centro para la fabricación de la cerámica a mano. Si estás interesado en cerámicas, debes visitar al menos uno de sus talleres. Estos son los únicos lugares en todo el país, donde se puede introducir, la forma genuina de cerámica se hizo en la época del rey Midas. La arcilla utilizada por los ceramistas se mezcla con agua - agua dulce para la cerámica de color rojo, el agua salada para el blanco. La cerámica tiene que secar durante dos meses antes despedido por cuatro días en hornos, donde permanece durante otros diez días para enfriar gradualmente.
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| Ras Rmel "El barco pirata" (Djerba / Túnez) |
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| Delfines (Djerba / Túnez) |
Ras Rmel (El barco pirata). Tiene planificadas varias salidas disponibles todos los días desde el puerto turístico de Marina Houmet Souk. Embarcarte en barcos piratas a la isla de los flamencos para descubrir el ritmo de la vida del capitán y los marineros, sus costumbres y la alegría de la vida en el mar es una curiosa y especial experiencia. Si tiene suerte, además verás a los delfines. Se tarda entre 45 minutos y 60 minutos para llegar a la isla. Llegada a la península de flamencos, la instalación de tiendas de campaña o refugios de palma preparar el almuerzo, nadar y tomar el sol en una playa de arena fina, De vuelta en el almuerzo a la sombra protegido , podrás tomar cuscús, pescado a la parrilla, ensalada de Túnez, y té de menta. La relajación y el entretenimiento no te faltarán con juegos, canciones, bailes... y luego de vuelta al puerto al atardecer.
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| Matmata ( Túnez) |
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| Matmata ( Túnez) |
Matmata. Una excursión a Matmata desde Djerba es imprescindible para descubrir ese paisaje que es como un tapiz en arena pedregosa. El pueblo troglodita de Matmata destaca porque habitantes conservan esas moradas excavadas en las rocas y algunos mantienen sus costumbres habitando en ellas a la antigua usanza. En un patio interior todas las habitaciones conectan unas con otras heredadas de las viejas costumbres bereberes. Viviendas que están enterradas bajo tierra con cámaras excavadas en la blanda roca alrededor de cráteres que confieren al lugar el aspecto de un paisaje lunar. Durante todo el año conservan sus permanentes 18 grados con lo que mantienen una temperatura constante que permanece fresca en verano y templada en invierno. El paisaje exhibe diversas trashumancias. Este decorado natural de piedra recrea un suntuoso horizonte, escenario de rodajes cinematográficos inmortalizados en grandes películas como la película de la “Guerra de las Galaxias” o el “Paciente Inglés”. Cada imagen crea sensaciones distintas derivadas de una naturaleza misteriosa.
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| Port El Kantaoui (Túnez) |
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| Port El Kantaoui (Túnez) |
Port El Kantaoui . Relativamente cerca de Djerba, se encuentra "Port El Kantaoui" del que se dice que es un poco el Marbella tunecino, por lo que puedes hacer una excursión tomando un barco desde el puerto de Djerba. El ambiente es un tanto distinguido, pero sin lentejuelas ni demasiado gentío, en un puerto deportivo que acoge tanto a yates como a barcos que hacen cruceros de un día. Hay que visitar Port El Kantaoui por su encanto, por su ambiente en temporada alta y por sus playas, unas de las más bellas de la riviera tunecina. Podrás relajarte a la sombra de un naranjo, escuchando el sonido del agua que mana de una fuente. Si deseas tomar algo al estilo tunecino, pide un té de menta o de piñones. Está buenísimo con unos pastelitos de dátiles. En Port El Kantaoui está todo concentrado alrededor del puerto deportivo. No hay casco antiguo ni monumentos históricos. Pero Kairouan no queda lejos (aproximadamente a 1 hora de camino). Allí podrás descubrir una ciudad tradicional tunecina, con su medina y su zoco organizado por barrios. El Golf en el campo El Kantaoui, de 36 hoyos. 130 hectáreas entre playa y colina, con numerosas superficies de agua y terrenos variados. Creado por Ronald Fream. dispone de los green fees Deportes náuticos en verano, un tratamiento de talasoterapia en invierno. Además ofrece amarre para 340 barcos. Dispone también de escuela de navegación. El Club de Le Nautique de Sidi-Bou Said cuenta con material para hacer ski acuático.
Cafés. En el "Café des delices", te leen los posos con vistas desde un acantilado al mar. Y en el Café "de las esterillas", disfrutas de una decoración la más puro estilo árabe tirado en el suelo lleno de cojines rodeado de un banco corrido como gran tablero. Te sirven un té con piñones y yuyus (rosquillas) con un chorrito de jazmín.
Gastronomía La comida, llena de perfumes, en esta mágica isla es rica y variada, agradable al gusto mediterráneo. Platos típicos en muchos restaurantes y en hoteles, como el Cous-cous, los Briks o empanadilla rellena de huevo y carne o verduras; los Tajines, el Ojja o la chorba lebabli, una especie de sopa de garbanzos, ajo y comino muy espesa, etc. Estos platos deben ir acompañados con los vinos tunecinos o por el té de menta. Si además encuentras en la playa un sitio como este para estar tranquilo cenando, no te querrás acostar nunca. Djerba es especial, mágica y llena de contrastes.
... y para completar este paseo por Djerba y su entorno,
que mejor que llevarnos un recuerdo de sus aromas y rincones
a través de esta batería de imágenes.
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... si además, quieres seguir paseando alrededor del mundo, a través de estos apartados de "puertas con alma", no dudes en entrar en este vínculo y escoger en el ascensor la puerta que te lleve a la ciudad por la que quieras pasear.
Artesanía. Los ojos se detienen ahora en una túnica, luego en un visillo, ... un poco más tarde en unas jarras con un colorido que enciende el aire, ... o unos velos de seda para una improvisada danza del vientre. Las repentinas ráfagas de viento crean imágenes de cuento con las telas y alfombras que se ondulan en una instantánea de Aladino. Pero el hechizo se rompe con el: “Más barato que en Andorra”, unas voces en castellano. “Y aquí que en Carrefour”, dicen los de enfrente. Se nota que el turismo español pisa estas tierras. Así que otros te quieren meter por los ojos las babuchas de Alí.ba-bá. Las hay de todos los colores, brillantes, de purpurina, de falsas piedras preciosas; también encuentras marcas de lujo falsas en zapatos, bolsos, maletas, camisas y jeans. Una curiosidad: cómo hacen la artesanía en mantas. Tardan diez horas en hacer una de dos metros por dos y 1.200 hilos. Son de algodón y teñidas con plantas vegetales. De camino por estos lares, es habitual cruzarse con algún grupo de mujeres bereberes, luciendo su puntiagudo sombrero de paja y amuleto de la cruz bereber como muestra de fortaleza (algunos puestecillos la venden). Seguro que te gustará llevarte algo de recuerdo.
Y para acabar bien el día, no puede faltar un paseo por el invernadero tropical. En medio de los papiros y los plataneros, El final de la ruta está en sus majestuosas playas, al sureste, pero antes un puntillo de riesgo: una reserva de cocodrilos. La visita por este parque natural muestra curiosidades de estos bichos y cómo crías de a penas 5 centímetros recién salidas del huevo se convierten en bicharracos de dos metros y medio en tan sólo dos años. Son 400 cocodrilos que ya han cumplido 5 años y miden hasta 2,60 metros se repanchingan en los estanques acondicionados para ellos. “Son carnívoros, la verdad es que se lo comen todo, hasta llegan a engullir piedras para hacer mejor la digestión y equilibrar su cuerpo”, dice el cuidador.
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