Jordania es un país poco conocido, tal vez debido a la sombra que le hacen sus vecinos Egipto y Siria. Sin embargo, el Reino Hachemita es una joya que además tiene el aliciente de prescindir de las masificaciones turísticas. Dentro de esa joya, aparece entre colinas Amman con su fisonomía típica de las capitales de Oriente Medio, quizá más urbanita que otras (aquí, por ejemplo, no hay bazar, aunque las tiendas de downtown son un digno sustituto). Éste es un paseo muy interesante, y además lo puedes hacer en poco tiempo porque el país es bastante pequeño. Amman, Jerash y el mar muerto, por ejemplo, son una de sus interesantes rutas. Claro que, el que tenga tiempo y dinero, siempre puede alargar su estancia los días que quiera en alguno de los balnearios del mar muerto. La experiencia, "no tiene precio"... y tomar un taxi para llegar a Petra, otra joya en el corazón de Jornania, te la encontrarás a pocas horas de estas colinas que acogen a Amman.
... Amman, una joya entre colinas
Imprescindible lugar es esta capital con alma para visitar sus espectaculares puestas de sol y el curioso efecto de flotar en el mar sin ningún esfuerzo, debido a la alta salinidad que tienen sus aguas. Aconsejable también realizar tratamientos con el barro del mar. No hay nada como disfrutar de todo esto en cualquiera de los hoteles de la zona. Jordania no para de sorprendernos desde el primer minuto y su capital nos persigue a cada paso. Lo primero que visitamos fue precisamente la ciudadela de Amman y por supuesto su teatro romano, es el más grande de oriente y dentro de sus paredes hay un interesante museo de trajes y costumbres que no tienes que perderte.
- Todas las perspectivas son buenas, subir y bajar una y otra vez por sus altos peldaños es casi un disfrute obligatorio.Tiene una capacidad para 7000 personas y se encuentra construido en la ladera de una de las colinas que conforman esta coqueta y recóndita cuidad de Amán. Se considera que fue construido en el siglo II a.C. durante el gobierno de Antonio Pio entre los años 138 y 161. Se pueden subir sus gradas y apreciar la vista de la cuidad desde lo alto. Enfrente del teatro, en la cima de la colina, se encuentra la ciudadela, que junto al Teatro romano de Ammán son de los pocos monumentos históricos que se conservan en el centro de la ciudad. Muy cerca de esta zona comienza el zoco.
- Un paso por Amman, tiene por sendero y horizonte su ciudadela, que desde lo alto de la colina donde se encuentra, puedes ver la enorme bandera de Jordania. Un paseo por el tiempo te lleva hasta el templo de Herodes, al palacio Omeya o al templo de Hercules, hasta llegar al museo arqueológico. Una maravilla que no hay que perderse, solo un consejo, hay que ver Amman al principio del viaje....ya que el resto de los alrededores es aún más sorprendente.
- La Ciudadela de Amman es sin duda una de las vistas más impresionantes de la capital de Jordania desde la cima de la colina más alta de entre las siete en las que se asienta principalmente esta ciudad, elevada a unos 850 metros sobre el nivel del mar. Una vista de 360 grados con sus casas agrupadas en el centro, trepando por las colinas es una imagen de cuento. Las columnas del templo de Hércules no dejan de otear el horizonte y el Palacio Omeya, antigua sede del gobernador, con su característica cúpula y la sala de audiencia privada destaca en una de las zonas del centro. Es una maravilla estar viendo esta ciudad de las siete colinas desde el corazón de Amman resumiendo el color y el calor de esta región inspita de Jordnia.
- Flotar en el Mar Muerto, también es un experiencia única y casi todos los turistas que visitan Ammán quieren tener esta experiencia. Seguro que tú no quieres ser menos. Pero Jordania es un país caro y flotar en el Mar Muerto puede ser aún más caro, ya que las mejores playas se encuentran en complejos turísticos bastante caros. También existe la opción de ir a una playa pública, lo que puede ser un poco incómodo para las mujeres, ya que las Jordanas no usan bikinis para ir a la playa y los hombres jordanos, desafortunadamente, se pueden encarar a las mujeres occidentales en bikini. Además de lo dicho, la playa pública no proporciona condiciones adecuadas para el baño lo cual es es extremadamente importante después de la entrada en el mar.
- Una alternativa es la playa que se llama Amman Beach, que ofrece una buena infraestructura con duchas (aunque siempre frías) y es frecuentada tanto por turistas como por los jordanos. Es muy seguro, muchas turistas entran con bikini. Para llegar la mejor alternativa es ir en taxi o concertar un viaje directamente. Desde aquí, lo tienes más facil para sentir esa sensación, sentadito en tu sillón flotando en el Mar Muerto.
- Hermosos colores ocres destacan en el maravilloso patrimonio nabateo, aureolado por tierras que van de el ocre al rojo. El Desierto de Waddi Rum, es el lugar indicado, allí donde los arcos de piedra compiten con los paisajes áridos, pero muy coloridos, en todos los tonos ocre que te puedas imaginar.
- * ¿Pero que es Petra? Petra significa piedra en latín. Fue la ciudad de los Nabateos, pueblo de comerciantes. Aquí llegaban miles personas en caravanas de camellos que desfilaban, iban y venían a esta ciudad a comerciar animales,especies, sedas, y demás bienes. Al ser una ciudad comerciante era muy rica, poderosa, pero no fue conquistadora. Eran pacíficos, artistas, meros comerciantes. En un momento los romanos llegaron, como siempre, y luego todo se fue al carajo. Estuvo escondida durante cientos de años, hasta que un suizo en 1822 se disfrazó de beduino y con engaños logró que le mostraran un pedacito… así la encontraron. Una ciudad de piedra, una ciudad tallada a la perfección, casas, tesorerías, iglesias, monasterios, tumbas, jardines, todo tallado en piedra. Ahora es un desierto, pero en su época contaba con un sistema de recolección de agua que hacia que hubiera canales de agua recorriendo la ciudad, fuentes y bebederos tallados con formas de animales.
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